18 de Septiembre de 2013
"No-mes Treinta tras el Evento Catastrófico: la falla.
Todos los día 18, ningún otro, y sin saltarse jamás esta cita con el destino, la pequeña falla bajo la isla, que cada día levemente la hace temblar, ruge con fuerza, y desde más allá del fondo submarino, lágrimas de magma salpican la calma del lecho sobre el que descansa el País de Aitana.
Al principio, estas erupciones eran continuas, y el llanto de lava era constante, las aguas siempre estaban turbias, en ebullición, y el infierno parecía no tener fin.
Quién sabe que faceta de la extraña naturaleza que gobierna este paraje logró, con el tiempo, limitar esa triste violencia. Puede que fuera el instinto de protección de la isla...
La cuestión es que la falla siempre estuvo y siempre estará presente. La herida permanecerá entreabierta hasta la llegada del fin del tiempo.
Pero, poco a poco, los brotes se van limitando a los 18, el llanto rompe las grietas en ese día, y se oculta de nuevo bajo la cicatriz durante otro ciclo...
Aunque tiemble y duela día tras día..."
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