18 de Junio de 2014
Ayer mismo flotó en una conversación una historia real. Una historia de sufrimiento y desesperación.
Una historia de un parto prematuro...
Con apenas seis meses llegó al mundo. La palabra frágil se quedaba corta. Ya había pasado por quirófano innumerables veces. Los médicos debieron ayudar a su minúsculo corazón, sus pulmones...
Sus padres estaban desesperados pero no tiraban la toalla. Seguían luchando por ese espíritu de dos añitos que no era ni la mitad que la mayoría de bebés de uno...
...y en el Archipiélago de los Inexistentes no estaba...
Quizás el destino estuviera escrito. Pero la batalla por los días había comenzado. Se luchaba por el futuro. Se podía pelear por los sueños. La esperanza tenía razón de ser. De estar...
...y en el Archipiélago de los Inexistentes no estaba..."
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