18 de Noviembre de 2016
Este texto se basa en una conversación real con Alicia, en una pregunta que sí me hizo, en unas palabras que escaparon de una boca inocente, sin intención alguna de herir, pero que convulsionó el mundo en cuestión de segundos.
"No-mes Sesenta y Ocho tras el Evento Catastrófico: el País sin Islas.
..."si Aitana hubiera nacido yo no estaría aquí, ¿verdad?"
La inocencia infantil me escupe todo un universo cruel e injusto a la cara. Un mundo paralelo donde jamás existe el País de Aitana, donde nunca visito el Archipiélago de los Inexistentes, donde nunca llego a desear que exista un más-allá y que se encuentre aquí. Una lógica demoledora y totalmente cierta que me deja sin respuesta coherente... Acierto a entonar dulces mentiras, caricias como las que das al moribundo prometiendo que saldrá adelante.
Pero no. No estarías. Quizás nadie. Quizás otra persona de otro modo. Otra faceta, mejor o peor, pero siempre diferente. Otro olor, otra sonrisa, otra voz. No tú.
El País de Aitana se convierte en un mal necesario. Una explosión, un big bang, un caos que generó mi nueva realidad. Que generó vida. Tu hermana te trajo de la nada y en la nada se quedó. En su isla. En su país.
Sin el Evento Catastrófico este plano existencial no tendría islas.
Y no te tendría a ti.
Ignoro si sería feliz o no. Qué partes de mi hubieran mutado y en qué me hubiera convertido.
Si conociera las dos líneas temporales, quizás, y sólo quizás, pudiera comparar. Atreverme a discernir cual es el hogar de mis sueños.
No las conozco. Solo a una de ellas.
El dolor se convierte en punto de partida. La isla es necesaria. El Evento Catastrófico parece ser cruelmente obligatorio.
"...si Aitana hubiera nacido yo no estaría aquí, verdad?..."
Verdad. Pero estás."
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